Un Gusano en la Mesa de Negociaciones entre USA y México.

DESTACADOPECUARIO

Jhasiel Flores

9/26/20253 min read

CIUDAD DE MÉXICO / WASHINGTON, DC – 22 de septiembre de 2025. Lo que comenzó como una alerta sanitaria se ha convertido en un pulso diplomático y comercial entre dos vecinos. Mientras Estados Unidos anuncia una movilización sin precedentes para defenderse del gusano barrenador del ganado (GBG), México responde con datos, defensa de su sector y un llamado al diálogo, acusando a su socio comercial de tomar medidas "sin justificación técnica o científica".

La grieta se abrió más esta semana. Tras la confirmación de un nuevo caso del parásito en Sabinas Hidalgo, Nuevo León (a menos de 70 millas de Texas), las autoridades estadounidenses endurecieron su retórica. Pero desde México, la respuesta fue rápida y firme.


La Postura de México: "Nuestra Ganadería es Segura"

En el Foro Global Agroalimentario celebrado en Chihuahua, el secretario de Agricultura (SADER), Julio Berdegué Sacristán, presentó su contranarrativa. Lejos de la alarma, habló de una campaña "exitosa" y de números que, según él, demuestran control: solo el 0.005% del hato ganadero nacional ha sido afectado en los últimos 10 meses.

"La ganadería mexicana es segura", declaró Berdegué, enviando un mensaje directo a Washington. "No hay ninguna razón técnica o científica que justifique el cierre de la frontera a las exportaciones mexicanas".

El funcionario mexicano se apoyó en dos pilares:

  1. La contención: Aseguró que la plaga ha sido contenida en los estados del sur-sureste, lejos de la principal región ganadera de exportación (Chihuahua, Sonora, Coahuila, Durango y Tamaulipas).

  2. La colaboración: Subrayó que el trabajo conjunto con el propio USDA (a través de su agencia APHIS) ha sido clave en este esfuerzo.

Su esperanza está puesta en que una reciente visita de técnicos estadounidenses a Chihuahua sirva para "abonar a las evidencias" y reabrir la frontera al ganado en pie.

La Postura de EE.UU.: "Proteger a Estados Unidos es Innegociable"

Al otro lado de la frontera, el tono es de máxima prioridad y acción unilateral. La Secretaria de Agricultura de EE.UU., Brooke L. Rollins, calificó la situación como un asunto de "seguridad nacional".

La detección en Nuevo León, tan cerca de Texas, fue la gota que colmó el vaso. "No dependeremos de México para defender nuestra industria, nuestro suministro de alimentos ni nuestro estilo de vida", afirmó Rollins, dejando claro que, con o sin cooperación mexicana, EE.UU. ejecutará su plan de defensa.

Este plan es una maquinaria de cinco frentes que ya está en marcha:

  • Innovación: Inversión de $100 millones en nuevas tecnologías.

  • Frontera: Construcción de una planta en Texas para producir 100 millones de moscas estériles por semana para combatir la plaga.

  • Vigilancia: 8,000 trampas monitoreadas y más de 13,000 muestras analizadas (todas negativas, por ahora, en suelo estadounidense).

México se Prepara para la Batalla Comercial

Ante el cierre fronterizo, el gobierno mexicano no se queda de brazos cruzados. Anunció que Chihuahua y Tamaulipas se integrarán a la segunda fase de su Programa Integral de Producción de Carne, una medida interpretada como una respuesta directa a las "medidas unilaterales" de EE.UU. El objetivo es claro: diversificar mercados y fortalecer el sector internamente.

Además, Berdegué adelantó que a partir de 2026 arrancarán programas presidenciales para impulsar la autosuficiencia en maíz blanco, frijol, leche y arroz, supervisados directamente por la presidenta Claudia Sheinbaum.

¿Quién Tiene la Razón? Una Cuestión de Perspectiva

La disputa se reduce a dos visiones opuestas:

  • Para EE.UU., un solo caso a 70 millas de su territorio representa una amenaza inaceptable para su industria ganadera, valorada en miles de millones de dólares. Prefieren la prevención extrema.

  • Para México, las cifras demuestran un brote controlado que no justifica paralizar un comercio vital. Acusan a su vecino de usar argumentos sanitarios para medidas proteccionistas.

Mientras los técnicos analizan los mismos datos y las autoridades intercultan declaraciones, los ganaderos de ambos lados de la frontera son los que sienten el impacto inmediato. La resolución de este pulso no solo definirá el control de una plaga, sino también el futuro de las relaciones comerciales agroalimentarias en Norteamérica. La pelota, por ahora, está en la cancha de la diplomacia y la evidencia científica.